Un informe reciente de la Fundación Adecco subraya una preocupante realidad: el 82% de las personas con discapacidad psicosocial enfrenta serias barreras emocionales durante su búsqueda de empleo, destacándose la ansiedad y el miedo al rechazo. En un contexto donde la salud mental y su impacto en el ámbito laboral atraen cada vez más atención, el Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo ha lanzado su segundo análisis sobre cómo se interrelacionan la discapacidad, la salud mental y el empleo.
A través de una encuesta realizada a 290 personas con un certificado de discapacidad por salud mental, el estudio revela que apenas el 27,3% de ellas participa activamente en el mercado laboral. Esto resalta una alarmante realidad para las 315,200 personas en edad de trabajar con este tipo de discapacidad: el 81% no está empleado, evidenciando la clara exclusión que sufren estos colectivos.
El informe destaca que el estigma social y la autoestigmatización son cruciales para entender la escasa participación laboral. Muchos perciben sus capacidades limitadas y anticipan experiencias negativas al postularse para empleos. Este proceso de búsqueda laboral se ve intensificado emocionalmente por el miedo al rechazo, alimentado por prejuicios y la falta de comprensión sobre los trastornos de salud mental.
Además de las barreras emocionales, las dificultades prácticas también juegan un papel importante. Aunque el 55,6% de los encuestados no requiere ajustes específicos en los procesos de selección, un 44,4% sí lo necesita. Solo una pequeña fracción logra que sus demandas sean aceptadas, enfrentándose además a preguntas inapropiadas sobre su salud durante las entrevistas, lo que aumenta la presión y disminuye las oportunidades.
El estudio también sugiere que el empleo puede actuar como un factor protector de la salud mental en un entorno adecuado. Un significativo 88% de los encuestados reconoce mejoras en la autoestima y las relaciones sociales gracias al trabajo. No obstante, cuando las condiciones de trabajo no son óptimas, el empleo puede agravar la situación emocional.
Ante esta situación, la Fundación Adecco enfatiza la urgencia de implementar prácticas inclusivas en el ámbito laboral. Estas medidas no solo deben facilitar el acceso a empleos, sino también asegurar un entorno de trabajo adaptado y comprensivo. Esto es esencial para que las personas con discapacidades psicosociales puedan desarrollar plenamente su potencial y prevenir el deterioro de su bienestar psicológico.