La prolongada ausencia del presidente de Camerún, Paul Biya, de 91 años, de la escena pública durante un mes ha desatado especulaciones sobre su salud y temores de inestabilidad política en su país. Biya, conocido por sus desapariciones temporales, fue visto públicamente por última vez el 8 de septiembre en Pekín, y ha cancelado su participación en eventos internacionales importantes, lo que ha llevado a la oposición y a la sociedad civil a exigir claridad sobre su paradero. Mientras el gobierno intenta desestimar los rumores asegurando que Biya está en buen estado de salud en Suiza, las restricciones impuestas a los medios de comunicación para informar sobre su situación han sido criticadas por limitar la libertad de prensa. La incertidumbre sobre el futuro político de Camerún se ve exacerbada por la posible candidatura de Biya en las elecciones de 2025, a pesar de su avanzada edad.
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