Silvia, una ex auxiliar de enfermería en Francia, refleja la realidad de muchos profesionales sanitarios que sienten que sus pensiones no hacen justicia a décadas de trabajo arduo. Durante 25 años, trabajó en hospitales y residencias, enfrentándose a largas jornadas y responsabilidades emocionales sin el reconocimiento económico adecuado. Ahora, a sus 67 años y jubilada, recibe una pensión de 1.625 euros netos mensuales, que considera insuficiente para el esfuerzo realizado. La situación de Silvia es un reflejo de la falta de valoración del trabajo asistencial, una problemática que también afecta a los auxiliares de enfermería en España, donde los salarios y las pensiones no se corresponden con la exigencia del puesto. Pese a ello, Silvia intenta disfrutar de su tiempo libre y cuidar de sí misma, aunque con el amargo sentimiento de que el sistema le ha fallado.
Leer noticia completa en OK Diario.

