El lunes por la noche, Sigüenza vibraba con el inicio oficial de las fiestas de San Roque del IX Centenario. La tradicional ceremonia del «chupinazo» marcó el comienzo de una semana de celebraciones, en la que la histórica ciudad se llena de música, color y alegría.
El desfile de 27 peñas animó la Avenida de Juan Carlos I con trajes llamativos y una energía desbordante, bajo un clima que, por fin, ofrecía un respiro tras días de intenso calor. Las temperaturas descendieron a poco más de 20 grados, permitiendo a los seguntinos disfrutar del evento sin el agobio del calor previo. Este marco climático propicio contribuyó a la euforia festiva que recorría las calles.
Entre las peñas participantes estaban Apagón, Chingui, Chudarata, Desenfreno, Despiste, Estafa, Estrellaos, Galos, Golpe, Grupo Mixto, Hamaos, Increíbles, Kaos, Mendrugo, Movida, Pendón, Pepinillos, Peseta, Pifostio, Puntazo, Rampa, SiroKo, Skapados, Tinte, Tropezón, Los Verdugos y Sigüenza Baila. Estas agrupaciones, que representan la más antigua tradición peñista de la provincia de Guadalajara, llenaron cada rincón con su contagiosa alegría. Algunas de estas peñas, como Tropezón, Rampa, Pepinillos y el Mendrugo, celebran más de 50 años de historia y hermandad.
El protagonismo del desfile recayó especialmente en la reina, rey y damas, tanto infantiles como juveniles. La primera carroza, adornada con esmero, llevó a Lorena García Cabra (reina), Álvaro Melús (rey), Itziar Jiménez (reina infantil), así como a Ainara Martínez, Valeria Fernández, Carmen Jiménez, Alejandra Gudiel, Nerea Gómez, Daniela Zamarreño y Anya Rupérez (damas infantiles y juveniles), quienes irradiaban ilusión y felicidad.
Con puntualidad exacta, la comitiva inició su recorrido desde la Plaza de Don Hilario Yabén, continuando por la calle Villaviciosa y ascendiendo hasta la Catedral por Cardenal Mendoza. Este trayecto, enmarcado por las destacadas torres de la Fortis seguntina, es ya un símbolo del primer día de las festividades de San Roque. Este año, el último tramo del recorrido por la plaza del Obispo Don Bernardo se realizó a pie, optando por desviar las carrozas por la calle Medina para facilitar la fluidez del desfile.
La Plaza Mayor se fue llenando de peñistas ataviados con trajes inspirados en el movimiento punk, el circo, los años 20, Avatar y el lejano Oeste, reflejando la diversidad y creatividad de los participantes. Los espectadores disfrutaban el espectáculo, entre risueños y expectantes.
A las nueve y media de la noche, las peñas se reunieron en la Plaza Mayor, donde la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, dirigió unas palabras de bienvenida y buenos deseos para las fiestas. Representantes de las peñas Los Skapados y El Despiste, este año seleccionadas para representar a todas las peñas en los actos festivos, también tomaron la palabra para dirigirse al público.
El momento culminante llegó cuando la alcaldesa encendió el cohete que, tras segundos de anticipación, explotó en el cielo, llenando la atmósfera de emoción y alegría. La pirotecnia iluminó un rótulo que recordaba a todos el IX Centenario de San Roque, marcando el inicio oficial de las festividades.
Hoy, los gigantes y cabezudos, una tradición que data de 1911, saldrán a las calles por primera vez en estas fiestas. Con ellos, la historia y la diversión se unen, prolongando el espíritu festivo que invade Sigüenza.
