El aumento de temperaturas junto con las intensas lluvias registradas en España durante los últimos meses ha creado un escenario ideal para la proliferación del mosquito tigre y otros mosquitos. Este fenómeno, que está cobrando fuerza en diversas regiones del país, genera preocupaciones significativas entre los expertos en salud pública debido a los potenciales riesgos asociados.
Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el primer cuatrimestre de 2025 ha sido el octavo más lluvioso, lo que ha favorecido un notable incremento en la población de mosquitos. Entre las especies más alarmantes se encuentran el mosquito tigre (Aedes albopictus) y el Culex pipiens, ambos capaces de transmitir enfermedades. Los mosquitos tienen una sorprendente capacidad reproductiva; una sola hembra puede depositar cientos de huevos, permitiendo la aparición de múltiples generaciones cada año.
Si bien las picaduras de mosquitos suelen causar molestias leves como picor o enrojecimiento, en algunos casos pueden provocar reacciones severas, como fiebre o erupciones cutáneas. Es importante señalar que el mosquito tigre es potencial vector de enfermedades como el dengue y el chikungunya, aunque los casos autóctonos en España han sido escasos hasta ahora.
Por otro lado, el principal transmisor del virus del Nilo Occidental no es el mosquito tigre, sino el Culex pipiens. Esta especie se encuentra comúnmente en áreas rurales y cercanas a humedales, donde las aves migratorias actúan como reservorios del virus.
Regiones como Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, así como otras áreas del interior peninsular, ya están experimentando un aumento en la actividad de estos mosquitos, lo que representa un riesgo para la salud pública y afecta la calidad de vida de sus habitantes.
Para reducir los riesgos asociados, la empresa Rentokil Initial, especializada en control de plagas, enfatiza la importancia de la prevención. Recomiendan medidas como vaciar recipientes que acumulen agua, cubrir piscinas infantiles y revisar posibles zonas de acumulación de agua estancada. Además, sugieren usar ropa de colores claros y que cubra la piel para evitar picaduras.
El control profesional de mosquitos requiere un enfoque integral que incluya auditorías de áreas de cría, tratamientos larvicidas y control de adultos, adaptándose a cada entorno para garantizar resultados efectivos y sostenibles.
Rubén Bueno, entomólogo de Rentokil Initial, destaca que el cambio climático está prolongando la temporada de actividad de los mosquitos en España, aumentando el riesgo de picaduras y enfermedades. En este panorama, el control de mosquitos se reafirma como la herramienta preventiva más crucial, dado que todavía no hay vacunas eficaces para el dengue y el virus del Nilo Occidental.
