El mercado de la vivienda en Europa, y particularmente en España, enfrenta una crisis marcada por un aumento de las operaciones especulativas. Según un informe de Asufin, el 56% de las compras de viviendas ahora se realizan con fines de inversión, en contraste con solo un 14% de adquisiciones para primera vivienda. Esta tendencia se agrava con la disminución de viviendas sociales, que han pasado del 11% en 2010 al 8% en 2021, afectando especialmente a personas vulnerables. El Parlamento Europeo atribuye esta situación a especuladores que elevan los precios y limitan la oferta, recomendando medidas para excluir inversiones especulativas de corto plazo. La crisis habitacional ha generado un creciente malestar social, visible en países como Holanda, donde se estima un déficit de 400,000 viviendas y la situación amenaza con influir en el avance político de la ultraderecha.
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