Las insurtech en España han dado un paso significativo hacia la consolidación dentro del panorama económico, dejando de ser meras promesas para convertirse en una realidad contundente. Con una facturación anual que supera los 100 millones de euros y la creación de cerca de 1.000 empleos directos, estas empresas están transformando la industria aseguradora mediante el uso intensivo de tecnología y datos, evitando los métodos tradicionales.
Actualmente, se identifican alrededor de 250 empresas activas en este sector, pero solo aproximadamente 65 califican como insurtech puras. A pesar de los desafíos económicos, el sector no solo ha mantenido su rentabilidad, sino que continúa atrayendo inversiones significativas y generando empleos altamente cualificados. Madrid y Barcelona lideran esta transformación, aunque otras regiones empiezan a sumarse como nuevos polos de innovación en seguros tecnológicos.
Madrid se posiciona a la vanguardia del movimiento, contando con 23 insurtech activas, más de 500 trabajadores y una captación de cerca de 30 millones de euros en capital. A medida que la capital española toma la delantera, Barcelona también está desarrollando un ecosistema robusto que impulsa el crecimiento del sector.
El crecimiento está respaldado por cifras que destacan el dinamismo del sector: la inversión alcanzó los 28 millones de euros en 2024. Aunque el total de empleados ha disminuido ligeramente de más de 1.100 a menos de 1.000, esto refleja una eficiencia operativa optimizada. Sin embargo, persiste una notable brecha de género, con solo el 7% de fundadores siendo mujeres. Las insurtech exitosas han mostrado que la colaboración con el seguro tradicional, en lugar de su reemplazo, es clave para mejorar la experiencia del usuario.
Este sector emergente está consolidándose como una pieza esencial de la economía digital española, aportando alternativas eficientes y relevantes que prometen transformar la percepción y relación de los consumidores con los seguros.
