Intel ha tomado la drástica decisión de cerrar su división de automoción, un paso que se enmarca dentro de una amplia estrategia de reestructuración y reducción de costes bajo la dirección del nuevo CEO, Lip-Bu Tan. La medida, que implica el despido de la mayoría de los empleados de esta unidad, señala un cambio de enfoque hacia los negocios de cliente y centros de datos, segmentos considerados clave para la empresa.
Según un comunicado interno, Intel cumplirá con los compromisos vigentes con sus clientes del sector automotriz, pero mayormente prescindirá del personal de esta área. A pesar de no ser un núcleo estratégico, la división de automoción de Intel tenía una presencia significativa, con procesadores integrados en más de 50 millones de vehículos y aplicaciones en la gestión de rendimiento, sistemas ADAS y tecnología para coches eléctricos.
Paralelamente, Intel seguirá controlando su participación en Mobileye, una empresa israelí de conducción autónoma, que funcionará de manera independiente y no se verá afectada por el cierre de la división automotriz.
Esta decisión se produce en un contexto de recortes y externalizaciones iniciados por el nuevo CEO en respuesta a una perspectiva económica difícil. Lip-Bu Tan había anunciado meses de ajustes para enfrentar una previsión negativa de ventas. Las medidas incluyen la externalización del departamento de marketing a Accenture y un inminente recorte del 20 % en el personal de manufactura, reflejando un esfuerzo por reducir costes operativos y simplificar la estructura corporativa.
Sin embargo, hay incertidumbre respecto a cómo estos cambios impactarán en la competitividad de Intel frente a competidores como AMD o ARM Holdings, especialmente en mercados críticos como PC y centros de datos, donde la compañía ha perdido cuota.
A largo plazo, el gran desafío de Intel es consolidar su presencia en el mercado de la inteligencia artificial, un espacio actualmente liderado por NVIDIA. Hasta ahora, la compañía ha quedado rezagada en aceleradores de IA y soluciones de computación especializada. Los analistas observan con expectativa que los ajustes actuales puedan facilitar una mejor posición de Intel en este dinámico y rentable campo tecnológico.
