Intel ha reportado una pérdida neta de 2.918 millones de dólares en su segundo trimestre fiscal de 2025, representando una disminución del 81 % respecto al mismo periodo del año anterior. Aunque los ingresos se mantuvieron estables en 12.900 millones, las dificultades financieras de la empresa se deben a reestructuraciones y amortizaciones significativas, junto con un marginado bruto deteriorado.
El beneficio por acción (EPS) se ubicó en –0,67 dólares en términos GAAP, ajustándose a –0,10 dólares excluyendo partidas no recurrentes. Lip-Bu Tan, CEO de Intel, destacó la necesidad de tomar decisiones difíciles para mejorar la ejecución y reducir costes, en un intento por recuperar competitividad en los mercados de inteligencia artificial y semiconductores.
En su plan de ajuste, Intel ha reducido su plantilla en un 15 % desde el inicio de la reestructuración y prevé más despidos para 2025, con una meta de reducir su personal a 75.000 empleados. Estos movimientos forman parte de una estrategia para lograr una organización más eficiente.
El margen bruto de Intel ha caído significativamente, situándose en un 27,5 %, presionados por competidores como TSMC, AMD y NVIDIA. La cancelación de proyectos en Alemania y Polonia y la desaceleración de construcciones en Ohio buscan optimizar costos frente a la demanda real.
En cuanto a sus divisiones de negocio, el crecimiento en la división de centros de datos e inteligencia artificial fue modesto, con un incremento del 4 %, destacando una dependencia de la línea Xeon, mientras competidores como NVIDIA avanzan más rápidamente en el mercado de chips para IA.
Para el próximo trimestre, Intel anticipa ingresos entre 12.600 y 13.600 millones, pero espera seguir en pérdidas según GAAP. En 2025, planea un gasto de capital de 18.000 millones, con planes de reducirlo entre 8.000 y 11.000 millones tras contribuciones externas.
El futuro de Intel depende de su capacidad para adaptarse y liderar en un mercado dominado por competidores asiáticos y avances en inteligencia artificial. La industria observa de cerca si el gigante de los semiconductores puede resurgir antes de que sea demasiado tarde.