La inteligencia artificial está emergiendo como una herramienta clave en la conservación de especies en peligro de extinción, no solo revolucionando la industria y la medicina, sino también protegiendo fauna vulnerable. Un ejemplo destacado de esta sinergia entre tecnología y naturaleza es el proyecto WADAS (Wild Animal Detection and Alert System). Esta iniciativa, encabezada por la asociación Salviamo l’Orso, el Parque Nacional de Abruzzo, Lazio y Molise, la Universidad de L’Aquila e Intel, tiene como misión salvaguardar al amenazado oso pardo marsicano, una subespecie que cuenta con tan solo 50 ejemplares en libertad.
Este sistema avanzado integra cámaras Reolink Go Ranger PT con procesadores Intel® Core™ Ultra 200V y la plataforma de inferencia de IA OpenVINO™, creando una solución altamente eficiente y portátil. Diseñado para identificar con precisión en tiempo real la presencia de animales silvestres en áreas de riesgo, el sistema no requiere una infraestructura de nube ni GPU, convirtiéndose en una herramienta vital para alertar a las autoridades competentes en entornos donde la conectividad es escasa.
El WADAS se basa en los nuevos procesadores Intel, que combinan una unidad de procesamiento neuronal con gráficos Intel Arc™. Esta dualidad permite que la NPU detecte elementos como animales o vehículos, mientras la GPU se encarga de clasificar especies específicas. La arquitectura local del sistema garantiza su operatividad en regiones remotas, emitiendo alertas en tiempo real y activando dispositivos IoT como señales de tráfico luminosas o comederos inteligentes, destinados a reducir la incidencia de accidentes y fomentar una coexistencia pacífica entre humanos y fauna.
Stefano Dell’Osa, arquitecto de software de seguridad funcional en Intel y voluntario del proyecto, destacó que la inteligencia artificial es capaz de fortalecer la convivencia entre las especies en peligro y las comunidades locales, asegurando un balance sustentable en uno de los parques naturales más antiguos de Italia.
El proyecto WADAS ha sido concebido con una filosofía de código abierto, haciéndolo accesible y replicable en otras regiones con desafíos de conservación similares. Las pruebas de campo realizadas en 2025 revelaron una precisión del 97,4% en la identificación y clasificación de fauna, robusteciendo su potencial como herramienta de protección de la biodiversidad.
Stefano Orlandini, presidente de Salviamo l’Orso, expresó su orgullo por el desarrollo del sistema, elaborado con la dedicación de voluntarios comprometidos con la preservación del oso marsicano, amenazado principalmente por atropellos en carreteras. Las cámaras Reolink, adaptadas específicamente para el proyecto, ofrecen visión nocturna y grabaciones 4K con tecnología infrarroja no invasiva, permitiendo la observación detallada sin alteraciones a los animales.
Gracias a la experiencia acumulada por el Parque Nacional de Abruzzo y otras entidades locales, la tecnología se adapta a las necesidades del entorno, diseñándose desarrollos adicionales para prevenir conflictos cuando la fauna se aproxima a zonas urbanas. Luciano Sammarone, director del PNALM, subraya que el tecnológicamente aplicada con sensibilidad es esencial para la conservación y gestión de la biodiversidad.
Más allá de la protección del oso pardo marsicano, WADAS se perfila como un modelo replicable para otros parques y especies, demostrando que la inteligencia artificial puede ser un aliado poderoso en la defensa de la fauna silvestre.
