Los ayuntamientos detuvieron las labores en las calles debido a la alerta roja emitida por el pronóstico de intensas lluvias, tomando medidas preventivas para proteger a la población. Como parte de estas acciones, se instó a los vecinos a mantenerse alejados de áreas propensas a inundaciones, priorizando su seguridad ante la posibilidad de desbordamientos y daños materiales. Esta decisión se enmarca en los protocolos de emergencia ante fenómenos meteorológicos extremos, con el objetivo de minimizar riesgos y asegurar la protección de los ciudadanos.
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