Al menos 11 personas, entre ellas cinco niños, perdieron la vida y más de una decena resultaron heridas tras bombardeos llevados a cabo por la aviación siria y rusa en áreas controladas por insurgentes islamistas en el noroeste de Siria, específicamente en la provincia de Idlib. La ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó que los ataques tuvieron como objetivo barrios como Al Shamaat y un campo de desplazados en Harbanosh. Los Cascos Blancos confirmaron que varias de las víctimas sufrían heridas graves. Desde el comienzo de la ofensiva insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante, más de 446 personas han muerto. Mientras tanto, las fuerzas sirias, con apoyo ruso e iraní, preparan un contraataque en medio de denuncias de bombardeos que han resultado en la muerte de decenas de civiles.
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