Investigadores del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad de Sevilla han desarrollado un innovador sistema que convierte biomasa húmeda de naranja en hidrógeno almacenado como amoníaco. Este método no solo permite un almacenamiento más seguro y práctico del hidrógeno, sino que también utiliza una tecnología que transforma la biomasa sin necesidad de secado previo, lo que reduce costos energéticos.
La tecnología se basa en la gasificación con agua supercrítica, evitando el costoso proceso de secado de la biomasa. Este sistema es energéticamente autosuficiente, ya que genera su propia electricidad mediante el aprovechamiento del calor residual. El proceso opera a temperaturas superiores a 374 °C y a presiones por encima de 221 atmósferas, convirtiendo la biomasa en un gas rico en hidrógeno.
El hidrógeno se convierte en amoníaco mediante un proceso de Haber-Bosch, lo que facilita su transporte y almacenamiento. Este método produce unos 745 kilos de amoníaco por hora a partir de 10 toneladas de biomasa húmeda, capturando además tres toneladas de CO₂ por hora, lo que equivale a las emisiones de 200 coches de gasolina.
Para ser rentable, la planta necesita procesar 100 toneladas de cáscaras de naranja por hora. Los investigadores seguirán explorando la viabilidad económica y el impacto ambiental del sistema, y consideran aplicar esta tecnología a otros residuos orgánicos húmedos.
Este proyecto, financiado por la Junta de Andalucía y la Universidad de Sevilla, ofrece una solución innovadora para el aprovechamiento de residuos y el avance hacia una economía más sostenible.
Fuente: Junta de Andalucía.