Más de un centenar de científicos han solicitado el respaldo de las instituciones europeas tras la «abrupta» cancelación de una convocatoria de investigación lanzada en julio de 2023, que debía resolverse en seis meses. Los afectados critican la pérdida de una «oportunidad histórica» que habría elevado el nivel de la investigación a estándares europeos. La interrupción imprevista del proceso ha generado un profundo descontento en la comunidad científica, que esperaba beneficiarse de fondos destinados a impulsar proyectos innovadores en el ámbito de la ciencia en Europa.
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