La reciente represalia de Irán contra la base aérea estadounidense en Qatar, con el lanzamiento de misiles balísticos, culminó sin víctimas ni daños, ilustrando un acto más simbólico que destructivo. Este ataque se produjo luego de que Estados Unidos bombardeara instalaciones nucleares iraníes, elevando la tensión en la región. Aunque Trump celebró en redes un supuesto alto el fuego entre Israel e Irán, los bombardeos continuaron. Qatar y otros países del Golfo cerraron sus espacios aéreos, señalando la fragilidad de la situación. Mientras tanto, Irán destacó su capacidad de respuesta sin desatar un conflicto abierto.
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