El ejército israelí clausuró este domingo la oficina de Al Jazeera en Cisjordania, confiscando equipos y ordenando su desalojo. El cierre de la sede en Ramala, que será efectivo por 45 días, sucede tras la promulgación de una ley restrictiva que permite al Gobierno israelí bloquear medios que se perciban como amenazas a la seguridad nacional. La cadena catarí, conocida por su cobertura crítica de las operaciones israelíes en Gaza y Cisjordania, perdió su licencia para operar en Israel en mayo, y sus reporteros fueron desposeídos de sus credenciales en septiembre. Esta medida ha generado fuertes críticas de organizaciones de libertad de prensa y de Estados Unidos, principal aliado de Israel.
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