El Gobierno de Benjamin Netanyahu ha condenado enérgicamente la decisión de España de cancelar un contrato para la compra de 15 millones de balas con la empresa israelí IMI Systems, argumentando que dicho movimiento abandona consideraciones de seguridad por motivos políticos. El Ejecutivo español, bajo presión de sus socios y con la amenaza de Izquierda Unida de abandonar la coalición, tomó la decisión unilateral de rescindir el contrato, a pesar de un informe anterior de la Abogacía del Estado que desaconsejaba su anulación. El presidente Pedro Sánchez pidió al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, encontrar una solución para esta rescisión. Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, criticó la ruptura del acuerdo, subrayando que tal medida es un signo de inestabilidad política y afecta la credibilidad en el cumplimiento de contratos internacionales. La decisión española también implicará la denegación del permiso de importación a IMI Systems por parte de la Junta de inversión de material de doble uso.
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