Israel ha confirmado su plan para ocupar la Ciudad de Gaza, enfrentando la oposición de la cúpula militar y una tregua reciente con Hamás. El ministro de Defensa, Israel Katz, aprobó la movilización de 60,000 reservistas para una ofensiva que busca desmantelar a Hamás a pesar de las advertencias de posibles «consecuencias catastróficas» para la población gazatí, estimada en un millón. Organizaciones internacionales alertan sobre más muertes y un éxodo caótico, mientras las familias de rehenes israelíes protestan, instando a negociar su liberación en lugar de proceder con la invasión. La operación, aún sin aprobación final, es vista como crucial para la estabilidad del gobierno de Netanyahu.
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