El Parlamento israelí aprobó un proyecto de ley que prohíbe las actividades de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Israel, desoyendo la presión internacional y las peticiones de Estados Unidos. La medida, respaldada por 92 diputados y rechazada por 10, afectará severamente las operaciones de la UNRWA en Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza, amenazando la provisión de servicios esenciales a millones de palestinos. Esta decisión crítica ha sido condenada por la comunidad internacional, incluido el comisario general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, quien advirtió sobre el impacto devastador en la educación y servicios básicos de los refugiados palestinos, describiéndola como un «castigo colectivo». La legislación forma parte de una campaña en curso para desacreditar a la UNRWA, a pesar de haber enfrentado una retirada de fondos internacional el año pasado por acusaciones sin pruebas concluyentes sobre vínculos con Hamás.
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