La búsqueda de alternativas al petróleo en la industria del plástico ha impulsado investigaciones innovadoras en biotecnología. Un avance significativo proviene de un equipo japonés que ha desarrollado el ácido piridindicarboxílico (PDCA), un compuesto biodegradable que podría sustituir al petróleo en la producción de plásticos como el PET. Este material se produce usando bacterias y enzimas, logrando un proceso más limpio y eficiente. Sin embargo, su producción a gran escala aún enfrenta desafíos técnicos y económicos. La mejora en la síntesis del PDCA, utilizando técnicas como el ajuste del crecimiento bacteriano y la neutralización de subproductos tóxicos, ha aumentado considerablemente su rendimiento. El PDCA promete reducir el impacto ambiental de la fabricación de plásticos, aunque su implementación masiva depende de futuros avances que aseguren viabilidad económica.
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