En un gesto inusual y cargado de simbolismo político, Jon Stewart retomó su rol en «The Daily Show» para abordar la cancelación del programa de Jimmy Kimmel, en medio de crecientes tensiones sobre la libertad de expresión durante la administración Trump. La suspensión indefinida de Kimmel por un comentario sobre el asesinato de Charlie Kirk ha provocado una ola de solidaridad en el mundo del entretenimiento, con figuras como Seth Meyers y Stephen Colbert denunciando censura y autoritarismo. A lo largo de un monólogo satírico, Stewart, acompañado por la periodista y Nobel de la Paz Maria Ressa, criticó la represión mediática, utilizando el humor para llamar la atención sobre la erosión de las libertades fundamentales.
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