En la exploración del uso de inteligencia artificial para interacciones sexuales, jóvenes de diferentes países han descubierto formas de sortear los filtros de chatbots como ChatGPT para entablar conversaciones de contenido sexual. Aunque estas herramientas se diseñan con restricciones, usuarios han hallado métodos para progresivamente alcanzar sus objetivos, evidenciando lagunas en las protecciones. Las empresas de IA son conscientes de esta utilización y, aunque advierten sobre los riesgos, continúan buscando el equilibrio entre innovación y seguridad. Expertos subrayan las preocupaciones sobre el impacto emocional y educativo en jóvenes, destacando la necesidad de regulaciones más estrictas para proteger a los menores en el ámbito digital.
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