La política internacional y las tensiones internas en Estados Unidos llegan a un punto crítico bajo la administración de Donald Trump. Mientras los gobiernos europeos buscan distanciarse de lo que consideran una interrupción temporal en Washington, el debate sobre la libertad de expresión y su malinterpretación histórica genera controversia en foros internacionales. La administración Trump enfrenta desafíos judiciales sustanciales, impulsados por jueces designados en el pasado, que anulan sus órdenes ejecutivas sobre criterios de diversidad y pruebas de ciudadanía para el registro de votantes. Estas acciones, calificadas por algunos como un «golpe judicial», reflejan la creciente resistencia institucional. Al mismo tiempo, la política arancelaria de Trump y el conflicto en Ucrania alimentan tanto en Europa como en EE.UU. la expectativa de un posible declive del trumpismo en medio de un ambiente cada vez más caótico.
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