El Palacio de Justicia de París es el escenario de un juicio de gran repercusión mediática, donde Kim Kardashian testifica contra los presuntos responsables del robo que sufrió en 2016. El atraco, considerado el mayor a una persona en Francia en dos décadas, involucró a varios hombres, ahora en sus setenta, que sustrajeron joyas valoradas en 10 millones de dólares. Kardashian, apoyada por su madre, relata con emotividad cómo vivió el asalto, mientras los acusados, la mayoría con historial delictivo, buscan su defensa en complicados alegatos. La declaración de Kardashian, quien se ha emocionado en varias ocasiones, es el punto culminante del juicio, que atrae a cientos de periodistas y a un público expectante.
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