La Audiencia ha concluido que no existen «indicios racionales» de la comisión de delitos en el caso que analizó la situación laboral de los becarios involucrados en un musical. Esta decisión se produce después de una investigación sobre las condiciones de trabajo de estos jóvenes, quienes presuntamente habrían estado realizando labores sin una compensación adecuada, algo que implicaría posibles infracciones legales. Sin embargo, las autoridades judiciales han desestimado cualquier acción legal al considerar que no se han presentado pruebas suficientes que justifiquen una acusación formal. Esta resolución subraya la dificultad en determinar la línea entre formación práctica y explotación laboral en el ámbito del entretenimiento.
Leer noticia completa en El Mundo.