El Parlamento español ha aprobado una nueva ley educativa que busca modernizar el sistema y adaptarlo a las necesidades del siglo XXI, en medio de un intenso debate político. La normativa se centra en fomentar el aprendizaje de competencias digitales, el pensamiento crítico y la inclusión social, modificando el currículo para integrar materias como programación y robótica desde edades tempranas. La medida ha suscitado opiniones divididas, con sectores aplaudiendo la modernización del sistema educativo, mientras que otros critican posibles carencias en áreas tradicionales y la falta de un acuerdo político más amplio que garantice su estabilidad a largo plazo.
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