Donald Trump enfrenta críticas por su política arancelaria, que no sólo ha incrementado los precios de productos en Estados Unidos, sino que también ha provocado tensiones con gigantes como Amazon. La compañía había considerado mostrar el impacto de estos impuestos en sus precios, pero retrocedió tras ser calificada por la Casa Blanca de realizar un «acto hostil y político». A pesar de un millón de dólares donados por Amazon a la investidura de Trump, el presidente y su portavoz atacaron públicamente a la empresa. Esta situación refleja las consecuencias económicas de los altos aranceles impuestos a China, considerados insostenibles, y ha llevado a un aumento en el déficit comercial estadounidense mientras las importaciones se disparan por temor a futuras tarifas. La administración está considerando suavizar algunos aranceles, especialmente en el sector automotriz, para mitigar los efectos negativos en la economía, que espera un estancamiento en el crecimiento.
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