La comunidad musulmana de Jaén se reunió en la plaza de las Batallas para exigir justicia tras el asesinato de Muhammad Munir, un comerciante de origen pakistaní apuñalado en su establecimiento. La protesta, organizada por la Asociación de Hermanos Pakistaníes y la Comunidad Islámica, denunció la liberación del detenido, lo que provocó indignación. Malik Tariq, presidente de la asociación, afirmó que este ataque no es aislado y reclamó mayor seguridad para los negocios regentados por pakistaníes. Ahmed Fiaz, de la Comunidad Islámica, pidió una investigación exhaustiva para prevenir futuras agresiones y reforzar la seguridad en los barrios afectados. También participaron representantes sindicales y autoridades locales, condenando el acto y subrayando la necesidad de preservar la convivencia en la ciudad.
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