En medio de una situación ya precaria debido a 18 meses de intensos bombardeos y desplazamientos forzosos, los habitantes de Gaza enfrentan un nuevo reto: la invasión de insectos y ratas. Este fenómeno se presenta como una amenaza tangible en la vida diaria de los desplazados, quienes ya lidian con la falta de acceso a servicios básicos.
Una mujer desplazada compartió su desesperación respecto a las picaduras de insectos, especialmente pulgas, que sufren sus hijos, describiendo los intensos dolores que padecen. La escasez de medicinas en los centros de salud complica aún más la situación, haciendo casi imposible encontrar alivio para sus síntomas.
A pesar de que los insectos no implican un peligro inmediato para la vida, la proliferación de ratas sí aumenta el riesgo de enfermedades infecciosas. El sistema sanitario de Gaza, ya al borde del colapso, enfrenta un desafío monumental. La infraestructura de saneamiento deficiente, junto con el limitado acceso a retretes limpios y las condiciones de hacinamiento, proporcionan el ambiente ideal para que estos animales proliferen.
Ante esta crisis, la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha intensificado sus esfuerzos de limpieza y campañas de concientización sanitaria. En áreas como Mawasi, se han llevado a cabo acciones en cerca de 50 localidades para combatir el hacinamiento y la acumulación de desechos. El uso de pesticidas se ha convertido en una medida crucial en los campamentos de desplazados para controlar la población de insectos y roedores.
Desde las tiendas de campaña, las operaciones de rociado de insecticidas son llevadas a cabo por trabajadores sanitarios. Un residente comentó sobre la vulnerabilidad a picaduras debido al calor extremo y las condiciones austeras. Las sesiones educativas, focalizadas en mujeres y jóvenes, buscan empoderar a la comunidad para manejar mejor esta situación.
El panorama sigue siendo sombrío. Desde el 7 de octubre de 2023, cuando comenzaron los ataques, Gaza permanece bajo un bloqueo total por parte de Israel, impidiendo la llegada de ayuda humanitaria y suministros esenciales. La UNRWA ha alertado sobre la inminente falta de suministros vitales, incluyendo alimentos y medicinas. La escasez de pesticidas, en particular, podría empeorar aún más las condiciones en los próximos días, evidenciando la gravedad de la situación en una región ya asolada por la crisis.
