Zafra, conocido por su miedo a quedarse sin tabaco más que a la muerte, perdió la vida en una misión casi suicida al insistir en tomar una trinchera. Durante la operación, sus compañeros lo abandonaron, dejándolo solo frente al enemigo. Ni su cuerpo ni el de otros dos combatientes españoles que luchaban contra las fuerzas rusas serán recuperados, según testigos presenciales.
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