En la política española, la derecha enfrenta críticas por una supuesta incapacidad comunicativa y una respuesta débil ante las narrativas de la izquierda. A raíz de la gestión de la DANA en Valencia, se acusa al Partido Popular de permitir que la izquierda reorganice su estrategia mediática, mientras el gobierno socialista es señalado por su inacción y supuestas negligencias que contribuyeron a la tragedia. El comentario sugiere que la derecha no capitaliza estas fallas, lo que beneficia a la izquierda, experta en propaganda y en desviar la atención. Con elecciones cercanas, se plantea la necesidad de que la derecha ofrezca una alternativa contundente frente al discurso dominante de la izquierda, acusado de manipular e intoxicar la verdad para consolidar su poder.
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