El creciente problema de la estafa telefónica conocida como «vishing» pone en alerta a los usuarios que suelen contestar con un simple «sí» al recibir llamadas. Los ciberdelincuentes utilizan ese «sí» grabado para autorizar transacciones financieras, contratos y hasta suplantaciones de identidad. La estafa comienza con una llamada de alguien que se hace pasar por un representante de atención al cliente o de un banco, quien recopila información confidencial mediante preguntas. Para protegerse, se recomienda cortar la llamada si se sospecha alguna irregularidad, evitar proporcionar datos personales o bancarios, y verificar la autenticidad de las llamadas contactando directamente a la entidad mencionada. En caso de haber sido víctima, se debe contactar al banco, cambiar contraseñas y denunciar la estafa a las autoridades correspondientes.
Leer noticia completa en 20minutos.