La exclusión de ciertos grupos en el reciente referéndum sobre el reconocimiento a los pelotaris de Euskadi ha resultado ser un factor decisivo en el resultado, ya que para otorgar dicho reconocimiento era necesario realizar una modificación estatutaria previa. Esta exclusión ha marcado un punto crítico en el proceso, generando debate sobre la legitimidad de las decisiones adoptadas sin la participación de todos los sectores involucrados. La situación expone las complejidades políticas y administrativas que pueden surgir en la gestión de derechos culturales y deportivos en la región.
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