El flamante Gimnasio Municipal de Corral de Calatrava, diseñado por el renombrado arquitecto Luis Carlos Peña, ha sido galardonado en los prestigiosos Premios de Arquitectura y Urbanismo celebrados recientemente en Cuenca. Este proyecto, homenajeado en la categoría «Obra Nueva Otros Usos», ha sido reconocido junto con otros dos trabajos destacados, sobresaliendo por su innovador enfoque en la integración arquitectónica y por su eficiente uso de recursos.
El diseño nació de la necesidad de un espacio dedicado al ejercicio físico que complementara las instalaciones municipales existentes. La ubicación destinada para su construcción presentaba ciertas complicaciones debido a su forma irregular, siendo un remanente del espacio deportivo del pueblo. Lejos de considerarlas limitaciones, el equipo de arquitectos logró convertirlas en oportunidades, creando una obra que combina funcionalidad con sostenibilidad, y que mantiene una conexión armónica con el entorno natural.
En la ceremonia de entrega, Luis Carlos Peña expresó su agradecimiento al Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM) y enfatizó la importancia de iniciativas como los premios A&U para dar visibilidad al trabajo comprometido de los arquitectos con la sociedad. Peña describió su proyecto como «una pequeña obra, con poco presupuesto y un plazo de ejecución corto, pero hecha con pasión», destacando el esfuerzo colectivo tras esta creación.
El gimnasio se distingue por integrarse de manera fluida en el paisaje, eliminando barreras entre el espacio construido y su entorno natural. Situado en un terreno asimétrico, adyacente a un polideportivo y cerca de un campo abierto, este espacio ha sabido aprovechar su cercanía al ámbito rural. La conexión se potencia gracias a la eliminación de vallas y la plantación de rosales y jazmines, que además de embellecer, proporcionan una barrera natural contra el sol en los meses más cálidos.
El diseño del gimnasio fomenta el bienestar a través de la interacción con el entorno, con grandes ventanales que permiten vistas panorámicas y ventilación natural. Estos elementos ofrecen un espacio único para la actividad física, alejado de la tradicional apariencia de los gimnasios urbanos. Con más de 260 metros cuadrados, el gimnasio se divide en dos áreas principales: una dedicada a actividades grupales y otra para entrenamiento de fuerza y cardio. La elección de materiales como aluminio, vidrio y madera contribuye a crear un ambiente sereno y acogedor, promoviendo la sensación de paz y conexión con la naturaleza.
Pese al presupuesto ajustado de aproximadamente 120.000 euros y un plazo de ejecución de solo cuatro meses, la colaboración de empresas constructoras locales fue crucial para el éxito del proyecto. La coordinación entre arquitectos y constructores permitió dar vida a un espacio que hoy es valorado y disfrutado por la comunidad de Corral de Calatrava.
Un año después de su inauguración, el gimnasio no solo soluciona una necesidad funcional, sino que también se ha convertido en motivo de orgullo para los habitantes locales, quienes valoran el esfuerzo por integrar el deporte, la salud y el entorno natural en su comunidad. Para Luis Carlos Peña, la satisfacción de los usuarios y el reconocimiento de su obra son recompensas inestimables que validan una arquitectura orientada al bienestar integral.