El Consejo de Gobierno ha sido informado sobre la aprobación, por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, de un paquete de subvenciones valorado en 12 millones de euros. Estas ayudas están dirigidas a la mejora de infraestructuras de regadíos con fines ambientales, específicamente a través de la construcción de balsas de riego. Se estima que hasta doce comunidades de regantes podrán beneficiarse de estas ayudas, alcanzando una superficie total de riego de 6,000 hectáreas.
El propósito de estas subvenciones es fomentar una gestión eficiente del agua mediante la financiación de proyectos que mejoren las infraestructuras de riego, sin incrementar la superficie irrigada. Los proyectos deben ser viables tanto técnica como económicamente, y cumplir con la planificación hidrológica y la Directiva Marco del Agua, entre otros requisitos.
Financiadas en un 85% con fondos europeos Feader, estas ayudas se concederán de manera no competitiva. Se destinarán a la construcción de balsas para almacenamiento de agua de riego, con un límite de gasto subvencionable de tres millones de euros. La ayuda no superará los 1,5 millones de euros y se otorgará en función de la capacidad de almacenamiento de cada balsa. Las comunidades de regantes y otras comunidades de usuarios de agua asociadas al regadío podrán ser beneficiarias, siempre que se trate de corporaciones de derecho público.
Una novedad de esta convocatoria es la simplificación administrativa: no se exige presentar documentación con la solicitud. Además, todas las comunicaciones se realizarán electrónicamente, utilizando el método de Costes Simplificados para calcular automáticamente la subvención. Las solicitudes se simplificarán mediante Ventanilla Electrónica, con un formulario que minimiza errores y guías de ayuda para los solicitantes. Asimismo, se contempla un pago anticipado de hasta el 50% de la ayuda, siempre que las obras comiencen en los tres meses siguientes a la solicitud de dicho anticipo.
Estas ayudas se suman a las ya existentes en Andalucía, como el Plan Parra y el Plan RegadíA, que en conjunto movilizan 317 millones de euros para la modernización de regadíos. Con estas iniciativas, se garantiza la construcción de infraestructuras estratégicas para los regantes andaluces, optimizando la gestión hídrica y asegurando el agua durante periodos de alta demanda. Este esfuerzo apoya la estabilidad de las producciones agrarias, promueve la seguridad alimentaria, reduce la presión sobre los acuíferos y refuerza la sostenibilidad ambiental, consolidando un modelo agrícola más resiliente y competitivo frente al cambio climático.
Fuente: Junta de Andalucía.
