La tensión política en Corea del Sur alcanzó un punto crítico en una madrugada llena de incertidumbre, marcada por acciones que evocaron el autoritarismo de Corea del Norte. Este inesperado giro de acontecimientos ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional sobre el futuro de la democracia en el país. Las medidas tomadas durante esas horas han sido consideradas por muchos como un intento de consolidación de poder, lo que ha provocado reacciones mixtas entre la ciudadanía y los líderes mundiales. La situación continúa desarrollándose, con expectativas de posibles repercusiones en la estabilidad de la región.
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