El presunto homicida se atrincheró en un cobertizo en el patio de una vivienda, desatando un tenso enfrentamiento con las autoridades. Finalmente, los agentes lograron acorralarlo y, tras intensas negociaciones, consiguieron que arrojara el arma, culminando así la operación sin más incidentes.
Leer noticia completa en El Mundo.