La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, admitió que el sistema de cámaras perimetrales del museo es insuficiente, lo que permitió que un comando de ladrones robase ocho joyas de valor incalculable. Durante una comparecencia en el Senado francés, Des Cars sugirió la instalación de una comisaría en el museo para acelerar la respuesta policial. El robo, que duró siete minutos, se llevó a cabo tras acceder los ladrones por un balcón no vigilado. Aunque las alarmas funcionaron correctamente, la policía no llegó a tiempo. Des Cars destacó la necesidad de mejorar las infraestructuras y mencionó un plan de reformas de 80 millones de euros para 2026.
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