La reciente ola de violencia vinculada a celos entre parejas ha generado preocupaciones sobre las nocivas ideas de posesión y control en las relaciones. Dos incidentes recientes en España, uno en Gerena, Sevilla, y otro en Viana de Cega, Valladolid, ejemplifican cómo conflictos de apariencia romántica pueden derivar en tragedias. El Barómetro de Juventud y Género revela que un preocupante porcentaje de jóvenes asocia celos con pruebas de amor, reflejando un profundo malentendido sobre relaciones saludables. Aunque los celos son emociones universales, es crucial aprender a manejarlos para evitar que se conviertan en conductas tóxicas o incluso mortales. Tras estos eventos, se subraya la necesidad de fomentar una cultura de respeto y amor no posesivo, argumentando que las soluciones van más allá del control de la ira: se trata de una educación emocional adecuada.
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