En España, se observa una tendencia creciente que la distingue del resto de Europa: un número cada vez mayor de consumidores opta por contratar servicios de plataformas audiovisuales a través de sus facturas de telefonía móvil. Este fenómeno, contrario a la media europea donde prevalecen contratos directos con proveedores de streaming, refleja un mercado en el que las operadoras móviles están logrando consolidar su presencia en el sector del entretenimiento digital. Esta modalidad de contratación ofrece comodidad y flexibilidad al usuario, permitiéndole integrar sus gastos de telecomunicaciones y entretenimiento en una única factura, lo que facilita el control presupuestario y optimiza la experiencia del usuario al tener un punto centralizado de servicio.
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