La Reserva Federal de Estados Unidos decidió mantener inalterados los tipos de interés en medio de un entorno económico complejo, caracterizado por una guerra arancelaria que podría aumentar la inflación y la amenaza de una desaceleración económica. La complejidad de la situación se ve agravada por las presiones del presidente Donald Trump, quien ha criticado públicamente al presidente de la Reserva, Jerome Powell, instando a reducir los tipos. La inflación se sitúa en 2,4% y aunque los aranceles tienen el potencial de aumentar más la inflación, la economía sigue creciendo a un ritmo sólido. La Fed observa atentos los riesgos de inflación y desempleo, y continuará evaluando datos económicos para ajustar sus políticas en busca de equilibrio económico.
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