La Fundación Cione Ruta de la Luz ha concluido una exitosa campaña durante el verano de 2024, en la que entregó más de 345 gafas graduadas a niños y niñas saharauis acogidos por el programa ‘Vacaciones en Paz’. En el marco de esta iniciativa, las ópticas voluntarias realizaron un total de 450 revisiones visuales a los menores que llegaron a España gracias a este programa. Desde principios de julio hasta finales de agosto, 2.930 niños y niñas fueron recibidos por familias en diferentes Comunidades Autónomas.
El programa ‘Vacaciones en Paz’ ofrece a los menores saharauis la oportunidad de pasar el verano con familias españolas, lejos de los campos de refugiados y en un entorno en el que pueden conocer una nueva cultura e idioma. Este intercambio no solo es una experiencia cultural enriquecedora, sino que también brinda a los niños acceso a exámenes médicos y revisiones de salud general, incluyendo correcciones de defectos visuales.
Desde 2005, la Fundación Cione Ruta de la Luz, en colaboración con la Delegación Saharaui en España, ha facilitado que los niños saharauis acogidos puedan someterse a revisiones visuales gratuitas en las ópticas adscritas al proyecto. Este año, 160 ópticas voluntarias en 11 comunidades autónomas participaron en la campaña, demostrando un compromiso inquebrantable con la salud visual de los pequeños.
El apoyo de patrocinadores como la Fundación «la Caixa» y la Fundación Amara NextGen ha sido fundamental para el éxito de esta iniciativa, que lleva tres años consecutivos recibiendo su respaldo. A lo largo de su colaboración con el programa ‘Vacaciones en Paz’, la Ruta de la Luz ha llevado a cabo más de 4.000 revisiones visuales y ha entregado más de 2.000 gafas graduadas a los niños saharauis.
Ismael García Paya, presidente de la Fundación Cione Ruta de la Luz, expresó su gratitud: «Damos las gracias, de corazón, a todas las ópticas que han colaborado en este proyecto emblemático de nuestra Fundación este año, y también en los más de veinte años que se lleva poniendo en marcha cada verano».
La dedicación de los ópticos voluntarios y el apoyo constante de los patrocinadores continúan siendo esenciales para el éxito de esta noble causa, que no solo mejora la calidad de vida de los niños saharauis, sino que también fortalece los lazos de solidaridad y cooperación entre España y el pueblo saharaui.