Olaf Scholz respira aliviado tras la victoria de Dietmar Woidke en las elecciones en Brandemburgo, donde los socialdemócratas (SPD) han remontado diez puntos en dos meses, obteniendo un 30.7% de los votos. La ultraderecha, con 29.5%, y la Alianza Sarah Wagenknecht, con 13.5%, evidencian una fuerte polarización. A pesar de la crisis de confianza en Scholz, quien fue evitado en la campaña, Woidke ha centrado el debate en su liderazgo, atrayendo apoyo de diversos sectores. Los resultados plantean un desafío para el SPD de cara a las elecciones federales de 2025, en medio del crecimiento sostenido de la ultraderecha en el este del país.
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