Este verano en Baleares ha estado marcado por la ausencia de las protestas turismofóbicas que el año pasado reunieron a miles de personas. El colectivo ‘Menys Turisme, Més Vida’ no organizó las manifestaciones y okupaciones de playas que caracterizaron el verano de 2024, en parte debido al fracaso de la convocatoria del pasado 15 de junio, donde solo 8,000 personas participaron. Durante 2024, las movilizaciones alcanzaron picos de hasta 20,000 manifestantes, y nuevas iniciativas como ‘Mallorca Platja Tour’ intentaron sin éxito okupar playas. Aunque este año fue positivo para el sector hotelero, se observan signos de agotamiento en los mercados debido al aumento de precios en hoteles y vuelos. Las únicas acciones radicales vinieron de Arran, que llevó a cabo actos vandálicos contra locales turísticos y la Conselleria de Turismo.
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