En un acto en Madrid, la ultraderecha internacional dirigió duras críticas contra la izquierda global, vinculando el asesinato del influencer Charlie Kirk a la oposición política. A pesar de la presencia de 8,500 asistentes, destacaron las ausencias de líderes internacionales como Viktor Orbán y Marine Le Pen, aunque sí participó por videoconferencia el presidente argentino Javier Milei, quien calificó a Kirk de «mártir de la libertad». Santiago Abascal, líder de Vox, afirmó que el asesinato evidencia la violencia de la izquierda y utilizó el mitin para atacar a figuras eclesiásticas y políticas. El evento incluyó discursos islamófobos y acusaciones contra el gobierno español, mientras Giorgia Meloni exhortó a Europa a seguir apoyando a Ucrania. La escalada de retórica culminó con ataques verbales a Pedro Sánchez y críticas al PSOE y PP por, según ellos, no ofrecer una verdadera alternativa política.
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