Erika Kirk, viuda del activista conservador Charlie Kirk, reveló que lleva una medalla ensangrentada que pertenecía a su esposo al momento de su asesinato, una tragedia que ha conmocionado a Estados Unidos. En una entrevista con The New York Times, Erika compartió detalles del fatídico día, incluida su insistencia para que Kirk usara un chaleco antibalas, lo que él rechazó al confiar en su seguridad durante un evento en Utah. Al llegar al hospital, Erika insistió en ver el cuerpo de su marido a pesar de su estado devastador. Expresó su deseo de no buscar venganza contra el acusado, Tyler Robinson, prefiriendo que el Gobierno decida su destino, para no cargar con más sangre en su conciencia. Tras el incidente, ha mantenido contacto con Donald Trump, quien mostró apoyo y disposición para continuar conversando con ella, mostrando un tono «suave y acogedor».
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