En los últimos 15 días, la tensión ha aumentado significativamente en Oriente Medio, afectando a países como Israel, Líbano, Gaza, Irán y Siria. Este incremento de hostilidades se atribuye a ataques de Israel, motivados por la intención de neutralizar amenazas de grupos militantes como Hamas y Hezbolá, que se oponen a la existencia del estado israelí. Aunque ambos grupos comparten una postura agresiva contra Israel, Hamas opera principalmente en Gaza centrado en la resistencia palestina, mientras que Hezbolá, basado en Líbano, tiene vínculos más estrechos con Irán y actúa con una agenda regional. La acción de Israel busca mantener su seguridad y disuadir ataques futuros, en un contexto de inestabilidad y conflictos prolongados en la región.
Leer noticia completa en El Mundo.