Pablo González, conocido como Pavel Rubtsev en Rusia, es un periodista con profundos vínculos con Polonia, país donde estudiaba y trabajaba después de la pandemia. Nacido de padre ruso y madre española, se le acusa de espionaje para el GRU ruso desde 2016, según inteligencia polaca compartida con España. Su arresto en la frontera polaco-ucraniana en febrero de 2022 junto a una periodista polaca reveló su doble vida. Con conexiones influyentes, asistió a eventos cruciales y pasó información sensible sobre disidentes rusos y movimientos militares occidentales hacia Ucrania. A pesar de permanecer en prisión preventiva durante más de dos años, fue liberado en un intercambio de espías en agosto de 2024, siendo recibido por Vladimir Putin en Moscú, lo que dejó aún abierta la investigación en su contra en Polonia.
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