Las negociaciones de paz sobre Ucrania, impulsadas la semana pasada por Donald Trump al contactar a Vladimir Putin, se llevan a cabo sin la participación de representantes ucranianos o europeos. Mientras Serguei Lavrov y Marco Rubio inician conversaciones preliminares en Riad, el presidente Zelenski ha manifestado que Ucrania no aceptará acuerdos en los que no participe. La cumbre de París, liderada por Emmanuel Macron, evidenció divisiones en Europa sobre el envío de tropas al país en conflicto, con Francia y Reino Unido a favor de la intervención, mientras Alemania, España y Polonia se muestran cautelosos. Trump podría permitir que se mantengan fronteras desfavorables para Ucrania y exige incluso reparaciones de guerra a los agredidos, lo que incrementa el riesgo de imposiciones. La visión de Trump como un potencial «forjador de paz» contrasta con las tensiones en el continente, y los europeos ven la necesidad de convencerlo de asumir un rol decisivo en la defensa de Ucrania.
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