La actuación de Melody en la semifinal de Eurovisión 2025 fue un despliegue de emociones e impresiones contrastantes. Su pirueta final, que combinó fragilidad y fuerza, suscitó un sinfín de comentarios entre el público, destacando su intensidad y vulnerabilidad. A pesar de quedar en el puesto 24 de 26, su presencia en el escenario dejó una marca distintiva, resaltando cualidades como valentía y poder. Sin embargo, su interpretación fue ensombrecida por clichés eurovisivos que no lograron resaltar su singularidad. A pesar de un montaje escénico abrumador, Melody mantuvo su brillo personal y su innegable carisma. La artista española, conocida por su energía y autenticidad, consiguió conectar con el público, prometiendo seguir siendo una figura entrañable y folklórica tras el evento.
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